Te voy a enseñar, a través de algunas de mis fotografías, una de las ciudades más bellas y peculiares de Marruecos. Sí, esa que es conocida como la Perla Azul.

¿Me acompañas a dar un paseo por Chaouen?

Dentro de unos días da comienzo el XXXI Congreso Nacional de Fotografía de la CEF, que se celebrará esta vez en Ceuta, mi tierra. Una de las actividades que se realizarán es un viaje de un día a Chefchaouen.


Esta bellísima ciudad es conocida como la "Perla Azul de Marruecos" y no me extraña para nada ese apodo... es una joya, sobre todo si hablamos de oportunidades fotográficas... es azul, pues su medina es una explosión de texturas y tonos azulados... y está en Marruecos, el país vecino que hace frontera con Ceuta.

Un día completo allí da para mucho, aunque las fotos que voy a enseñarte se han realizado en tres viajes, con una única jornada en esta ciudad te bastará para traerte las tarjetas de memoria llenas de bellos rincones y momentos.

Chefchaouen

Es un pequeño municipio situado al norte de Marruecos, con unos 35.000 habitantes. Se fundó en el año 1471 sobre una población Bereber y originalmente sus habitantes eran en su mayoría exiliados del al-Andalús, ese es el motivo de que la parte antigua sea tan parecida a los antiguos pueblos andaluces.

Durante  varios siglos estaba considerada como ciudad sagrada, con lo que se prohibía la entrada de extranjeros, pero eso ha cambiado mucho, actualmente es un importante destino turístico de Marruecos.

Es una ciudad muy bella, llena de luces, colores, texturas y contrastes, perfecta para practicar la fotografía.

La zona más interesante es la Medina de Chaouen, que es la parte más antigua y famosa por sus laberínticas calles pintadas de diferentes tonos azules y celestes.



La mayoría de las fotos que he usado en esta entrada están tomadas en dichas calles, aunque hay algunas que las realicé al darme un paseo por el resto de la ciudad.

La Medina

Tengo que empezar por aquí porque es, sin duda, la zona que más me atrapa. Su callejuelas, con vueltas  revueltas hacen que sea fácil perderse (en el sentido positivo) y casi parece que viajas al pasado al caminar por su empedrado.




Dentro de la medina, en muchas de sus calles hay gran cantidad de puestos, tiendas y vendedores ambulantes...




En dichos puestos hay, sobre todo, productos artesanales. Te sorprenderá el precio de todo, mucho más barato que cualquier lugar de España y sí, puedes intentar regatear. Por cierto, la moneda local es el Dirham, que actualmente está a 0,09€ aproximadamente.

Perfumes, especias, jabones, telas, utensilios... todo es una explosión de colores, texturas y olores...

Debes tener la cámara siempre preparada, en cualquier esquina, al girar en cualquier calle, vayas a donde vayas seguro que te toparás con escenas peculiares...

No te quedes sólo con la belleza de sus calles, fíjate en los detalles...
¿Ves como no te mentía cuando te decía lo de la textura, la luz y el color?

Una zona que también es muy interesante es la Plaze Outa el Hammam, que está junto a la Kasbah...




Donde encontrarás muchos restaurantes donde podrás hacer una parada para descansar, comer y beber (nada de alcohol). Te sorprenderá el sabor y la calidad de la comida árabe.

Las afueras...

Si te sientes con fuerza suficiente te recomiendo que te des un paseo por el camino que bordea la montaña, el que empieza donde las lavanderas.

Es un sendero algo empinado, pero vale la pena recorrerlo...
El primer tramo del camino llega hasta una mezquita con unas vistas privilegiadas...

Si aún te quedan ganas y te gusta el senderismo, te recomiendo que continúes subiendo, lo más probable es que te topes con agradables campesinos y pastores, además de bellos y peculiares rincones...